Humberto Tc
14 de feb de 20222 min.
Actualizado: 15 de mar de 2022
Esta entrada tiene como propósito difundir la ponencia "El teatro y el hip hop como herramienta de cambio social", presentada por la actriz Valeria Flores en el 1er Encuentro Internacional Repensar el Hip-Hop, organizado por la UNAM.
Valeria forma parte del elenco de la obra "Juana Cachonda" del escritor Josué Almanza, la cual tendrá funciones los sábados 12, 19, 26 de marzo y 2 de abril, en el Centro Cultural El Hormiguero.
La obra cuenta la historia de Juana, una joven que encuentra en el rap su voz para denunciar a los acosadores de su preparatoria y construir un ambiente escolar pacífico. Pero ¿Cómo es que la Cultura Hip-Hop puede transformar el entorno social?
El antropólogo noruego Johan Galtung propuso el concepto Violencia Cultural para nombrar los prejuicios sociales que "legitiman" la violencia de un grupo contra otro; la violencia visible -represión, maltrato, coerción- tiene su raíz en estas creencias.
Galtung dijo que tendrían que pasar siglos para lograr transformaciones culturales que redujeran la violencia. Sin embargo, gracias a los estudios de paz, es posible reconocer que el arte ayuda a combatir los estigmas sociales desde el interior de la sociedad.
La Cultura de Paz propone el cambio de actitud de las personas a partir de la empatía, como un elemento central para contrarrestar la violencia. Un ejemplo es la Cultura Hip-Hop, que abarca diversas prácticas artísticas como el rap, el break dance y el graffiti.
Este movimiento surgió en la década de los setentas, en los barrios del Bronx y el Harlem; zonas marginadas al interior de New York, habitadas en su mayoría por afroamericanos que se vieron afectados por un proceso de gentrificación agresivo y mal planeado.
En este contexto, surgieron diversas pandillas para defender los territorios de las personas desplazadas, generando un repunte de la violencia por los enfrentamientos contra la policía o entre las mismas bandas.
La Cultura Hip-Hip surgió para expresar el sufrimiento que atravesaba esta comunidad. Además, posicionó al arte para resolver los conflictos entre pandillas sin recurrir a la violencia, a través de "combates" de break dance o rap.
El Hip-Hop logró reducir significativamente los índices de violencia. De hecho, en 2001 la UNESCO publicó la Declaración de Paz del Hip-Hop, en la cual se manifiesta el potencial de estas prácticas para combatir prejuicios sociales y fomentar una conciencia comunitaria.
La ponencia de Valeria Flores abre nuevos cuestionamientos, como el papel que han tenido las mujeres dentro de este movimiento, las violencias que las han atravesado y el poder que adquieren las palabras tanto en el rap, como en el teatro. A continuación, la comparto: